12 diciembre 2013

Reseña: Enclave – Ann Aguirre.

Ya hace tiempo que terminé este libro, pero no había hecho la reseña. A continuación, les comparto mi lectura :)

Título original: Enclave
Autor: Ann Aguirre.
Sello: Océano / Gran Travesía.
Género: Distopía.
Edición: 2013.
Páginas: 312.
Precio: $235.
¿Dónde puedo encontrarlo? 

Un poco de la sinopsis: En el mundo de Trébol, un enclave subterráneo, los habitantes se ganan derecho a tener un nombre sólo si sobreviven hasta los 15 años. En ese momento, cada joven debe unirse a uno de los tres grupos: Criadores, Constructores o Cazadores.
Trébol se ha convertido en Cazadora y, como tal, tiene una misión: aventurarse en los peligrosos túneles que rodean el enclave y conseguir comida para el grupo, enfrentándose para ello a unos feroces monstruos llamados Engendros.
Pero todo está a punto de cambiar para siempre. Por un lado, Trébol conocerá a Van, un joven Cazador indisciplinado, misterioso y mortal con los cuchillos. Por otro, los Engendros comenzarán a dar muestras de una escalofriante inteligencia a la que los ancianos gobernantes del enclave harán caso omiso.

Mi opinión: Mediante veintiséis capítulos, divididos en dos partes (Debajo y Superficie), Ann Aguirre construye un mundo peculiar en una especie de génesis regresiva: todo lo conocido ahora, no lo es más en la época post apocalíptica que adscribe.

En el universo de Aguirre, tenemos entonces a Trébol (Deuce en la versión original, y más lindo nombre para mi gusto) que vive en un enclave, que en este caso es como una fortaleza subterránea, en donde mantienen reglas muy estrictas para la supervivencia de sus habitantes, pues el mayor cuenta con tan solo veinticinco años.

Bajo esa premisa, se van desarrollando situaciones drásticas, que si bien son realistas, creo que, en cuanto al estilo narrativo, quedan algo parcas.

Cita para recordar:
Basándome en mi limitada experiencia, lo que más odiaba eran los ojos de los Engendros; en ellos podía verse el resto de algo humano, de algún entendimiento nadando en un mar de hambre, miseria y locura.
La historia en general me parece simple pero lograda, y lo que más disfruté fue la puntualidad del lenguaje, la facilidad con que se lee y que las problemáticas expuestas sean consecuentes unas con otras: acción y reacción en equilibrio.

En cuanto a los personajes, hay un par que causan inquietud (por saber más de su pasado o por saber qué hará a continuación), sin embargo, creo que quedó desaprovechado el perfil de Van, pues no logré visualizarlo con claridad, tanto su físico como su personalidad quedan mucho a la imaginación, a menos que sea uno de los obstáculos de que la historia esté contada en primera persona, desde la voz de Trébol.

En resumen, Enclave de Ann Aguirre -la primera entrega de la trilogía Razorland-, es una historia con giros interesantes, que se lee en un santiamén y que mueve a la curiosidad del lector por entender la condición de los Engendros... aunque claro, pienso que la autora pudo habernos dado más para esta primera parte, ya veremos pues, qué sucede en Outpost.

Mi puntuación:


*Gracias a Océano, por el ejemplar para reseña.

4 comentarios:

Elisa dijo...

uy! Es curioso leer una reseña de este libro con otros nombres en los personajes. En España Trébol se llama Dos, jeje.
La verdad es que opino bastante como tú de este libro, me gustó y es fácil de leer, pero eso no quita que tenga algún fallito de descripción, como comentas. Aun no he leido Refugio, espero conseguirlo dentro de poco =)
¡Un beso!

Athena Rodríguez dijo...

Gracias por pasar y comentar.

Yo sí quisiera leer el segundo, sobre todo para saber más de los holocaustos, pero pues ya veremos.

Saludos, ¡que estés muy bien!

Alexis Steven dijo...

Por lo de Van, creo que si es más que nada por leer la perspectiva de Trébol. Como sabemos, Trébol desconoce completamente el romance, cuando se refiere a ella, no es una criadora así que nunca ha puesto atención a eso, por lo tanto, cuando descubre a Van, no se va como la mayoría de las protagonistas a decir que tiene un cuerpo espectacular, un sonrisa cautivadora, unos ojos de ensueño, una espalda ancha y musculosa y demás cosas típicas de los libros. Me pareció bueno eso, es diferente.

Por lo demás, estoy de acuerdo. A ver qué nos depara el segundo.
Saludos.

Athena Rodríguez dijo...

Muchísima razón Alexis... no lo vi desde esa perspectiva.

Gracias por pasar y comentar.

Saludos ^_^